Más Allá de la Cabina
Muchos piensan que ser DJ es simplemente poner música en una fiesta, pero os aseguro que es mucho más que eso. Es un arte, una ciencia y, sobre todo, una forma de expresión.
Ser DJ no es solo saber qué botón apretar o cómo hacer un buen scratch. Es entender la música, conocer a tu público y saber cómo crear una experiencia inolvidable para ellos. A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de pinchar en diferentes escenarios, desde pequeños clubes hasta grandes festivales, y cada uno requiere un enfoque distinto. No es lo mismo pinchar techno en un club underground que poner pop en una fiesta de empresa. La versatilidad es clave en este negocio.
Vivimos en una era donde la tecnología avanza a pasos agigantados, y el mundo del DJ no es una excepción. Desde los vinilos hasta las más modernas mesas de mezclas digitales, la tecnología nos permite experimentar y llevar nuestra creatividad al siguiente nivel. Personalmente, disfruto tanto de la calidez de los vinilos como de las posibilidades infinitas que me ofrece el software de DJ más avanzado.
Pero no todo es glamour y diversión. La vida del DJ también tiene su lado oscuro. Horas y horas en la carretera, la presión de estar siempre «en el candelero» y la soledad que a veces se siente detrás de la cabina pueden pasar factura. Por eso he iniciado el proyecto «Depresión en la Cabina», para visibilizar y abordar los problemas de salud mental que afectan a muchos en nuestra industria.
Además de mi trabajo en las cabinas, también me dedico a la formación y divulgación. Creo firmemente que compartir conocimiento es la mejor manera de enriquecer nuestra comunidad. Ya sea a través de cursos, talleres o libros, siempre busco la manera de contribuir al crecimiento colectivo.
El networking es fundamental en este negocio; nunca sabes dónde o cuándo surgirá una oportunidad interesante. Mantener buenas relaciones con otros DJs, promotores y, por supuesto, con el público, es crucial para cualquier carrera exitosa.
El mundo del DJ está en constante evolución. Los géneros cambian, las tendencias van y vienen, y lo que hoy es innovador, mañana puede ser obsoleto. Por eso, es vital mantenerse actualizado y estar dispuesto a aprender siempre. La formación continua y la adaptabilidad son tus mejores aliados en este viaje musical.
Ser DJ es mucho más que poner música. Es una profesión que requiere habilidades técnicas, sensibilidad artística y una buena dosis de inteligencia emocional. Y aunque es un camino lleno de desafíos, también es increíblemente gratificante.
Nos vemos en la pista de baile.
Un abrazo,
Marta (Eme DJ)