EL MIEDO ESCÉNICO COMO TABÚ
Ya he tratado el tema de la ansiedad y los escenarios en este rincón digital (aquí y aquí). Ahora, consejos aparte, y aprovechando el reciente anuncio de Pastora Soler (abandona los escenarios por no poder superar el pánico que le generan), me gustaría ahondar un poco más en el tema desde otro punto de vista que se resume en una palabra: tabú. ¿Por qué entre los artistas se ignora a la ansiedad y el miedo escénico como si no existieran, cuando forman parte de cualquier vida que quede expuesta públicamente de un modo u otro?
Existen academias de músicos donde te enseñan a tocar instrumentos, a modular la voz, a crear un producto musical que sea atractivo para el público. En cambio, en casi ningún sitio se enseña algo fundamental: la ansiedad y el miedo escénico los sufrirás tarde o temprano. ¿Por qué? Por varios motivos:
· Continuamente, tu figura artística, esa en la que estás poniendo tanto esfuerzo y cariño, se somete al juicio de un publico cambiante. Al final, el músico vive de reválida en reválida.
· Al vivir de reválida en reválida, el artista tiende a exigirse continuamente. Ese examen personal acomoda aun más el lecho para que la ansiedad se asiente.
· Nadie te ha avisado de este problema. Al ser tabú, cuando aparece (y aparecerá) el miedo escénico te pilla desprevenido. No sabes tratarlo porque no estás preparado para ello, y esto hace que se genere aún más ansiedad.
Por todo esto es incomprensible que un tema tan presente en la vida de tantos artistas (no sólo músicos) no se trate desde un principio como algo normal. No sólo se debería advertir de ello en los cursos de formación, sino que los propios artistas deberían hablar abiertamente de la ansiedad y el miedo escénico para compartir experiencias, para ayudarse mutuamente y para prevenir a los iniciados.
Mirar para otro lado nunca ha funcionado para hacer desaparecer los problemas, y menos éste que impide a un músico ejercer su profesión y desarrollar su sueño. ¿Por qué entonces nadie quiere hablar de ello abiertamente? ¿Acaso estamos esperando a disfrutar del fracaso ajeno cruzando los dedos para que no nos toque? Porque si eso es lo que pasa, no me extraña que cada vez sean más los artistas que ven en los escenarios a un monstruo que no pueden vencer.
¿Qué os parece si nos quitamos la venda y hablamos tranquilamente de lo que pasa? Comentarios abiertos. Facebook abierto. ¿Has sufrido ansiedad siendo músico? Porque yo sí.