F2
(de los archivos secretos de Eme DJ)
Yo crecí en Sada, un pueblo de Galicia. Pequeñito, costero, en la ría de Betanzos, con turismo y pesca como eje económico. En ese rincón de las rías altas, había un bar. F2 se llamaba. En él, Susete, el discjockey residente, ponía música que se alejaba de los estándares de la época, tocando ya el indie y el rock de la época. En ese bar descubrí muchos temas desconocidos para mí. Y otra cosa más importante. Descubrí que me apetecía ir a un bar sólo por la música que aquel tipo casi siempre olvidado ponía. Al principio ni me percaté de ello. Iba al F2, hablaba con Susete (creo que nunca pedí una canción) por el simple hecho de compartir opiniones musicales y, a veces, incluso iba sola. No porque fuese una loca amargada sin amigos, ni mucho menos, sino porque me gustaba la música. Disfrutaba viendo a Susete poner un tema con otro, como me descubría música que no llegaba a mis oídos por los canales convencionales.
Sin darme cuenta de ello, comencé a interesarme por la música en general y a ver con otros ojos a los tipos raros que trabajaban de noche para hacer disfrutar a los parroquianos. Más tarde, con DJ Amable, descubrí la complejidad de la labor del discjockey, pero hablaré de ello más adelante.