Algunos tips para antes, durante y después de un DJ set.
He reunido un puñado de consejos que te pueden ayudar a la hora de descubrir qué puede estar fallando. No sólo escoger música es importante.
Antes de la sesión
· Escucha bien los temas que tengas en tu maleta. Apréndetelos. No te dediques a acumular música que no pondrás o que no conozcas. Tu maleta es tu santuario musical. Mantenlo limpio y ordenado.
· Mantén un nivel de vida saludable. Esto puede parecer innecesario, pero a la hora de afrontar cualquier trabajo creativo (y el de la música lo es) necesitas tener la mente despierta, el estómago ligero y el sueño controlado. La pesadez o cansancio se transmiten a la pista de baile y, si eso ocurre, el músico está condenado.
· Conoce bien el entorno de trabajo. Si es posible, ve a la sala antes de que abran para hacer una prueba de sonido, comprobar el equipo y familiarizarte con tu espacio de trabajo. Busca información del local en internet. Podrás comprobar qué tipo de gente va y afinar así el estilo musical. Habla con amigos o compañeros de profesión que hayan trabajado allí (o hayan ido a tomar algo) para comprobar qué ambiente suele haber, el volumen, qué tipo de música suelen poner, etcétera.
· Ve al local con mucho tiempo de margen (al margen de la comprobación de equipo). Podrás hablar con el encargado/dueño y los empleados y te familiarizarás con el bar, soltarás los nervios. Podrás preguntar al personal su opinión respecto al ambiente y la música, a qué hora suele llegar el grueso del público. Verás cómo va entrando la gente, la música que se pone, cómo responde el público a ella. Todo esto te quitará presión cuando llegue el momento de actuar.
· Date una vuelta por la pista, aprende cómo suena la sala. Cuando estés trabajando, el sonido que recibirás no será el mismo que el que recibe el público. Quizás en la cabina suena muy grave, pero en la pista no. Ten en cuenta el sonido real para no hacer correcciones erróneas.
Durante la sesión
· Comienza fijándote en el publico que tienes delante. Puedes aprender mucho de sus gustos por la ropa que llevan, por cómo se comportan, si son mayoría chicos, si hay más chicas, parejas, etcétera. Generalmente, suelo fijarme en un grupo que me llame la atención, que intuya que son de los míos. Entonces pincho para ellos. Nos comunicamos a través de la música y ellos lo notan. Si haces esto, en seguida comprobarás como el resto de la sala quiere forma parte de ese diálogo. La finalidad es que todo el mundo hable el mismo lenguaje; no creo que exista mejor sensación.
· Controla el volumen de los monitores. No los pongas a un volumen excesivo, pues dañarás tus oídos y perderás la referencia del sonido real. Quítalos cuando no los estés utilizando. Estás pinchando para la pista, no para la cabina. Que el volumen de los monitores sea el justo para neutralizar el retardo que puedas tener respecto al sonido de la pista. Si no lo haces así, creerás que lo que oyes en tu puesto de trabajo es lo que oye tu público, y eso lleva a malas ecualizaciones y volúmenes fuera de rango (tanto por alto como por bajo).
· Mira la pista. Lee a la gente. Procura pasar el menor tiempo posible mirando a los equipos que utilices. Estás trabajando para que el público asistente se lo pase bien. No dejes de vigilar que así sea.
· La música que pones tiene que salir de dentro. No vale que pinches un estilo que creas que te va a reportar más beneficios. Si tú no disfrutas pinchando, el público no disfruta de tu música. En la noche existe una comunicación entre el artista y las personas que han ido a verle. Comunica siempre soltura y alegría.
· Prepara la sesión, pero no te aferres a ella. Si eliges qué canciones vas a poner y en qué orden, es posible que en tu cabeza la noche sea un éxito seguro, con la gente bailando y saltando sin parar, pero la realidad es que el público va cambiando durante la sesión, se renueva y los estados de ánimo no son los mismos. Se consciente de ese fluir de ánimos y acompásate a ellos.
· Prepara grandes temas para abrir y cerrar la sesión. Suelen ser, estos dos puntos, los momentos que más recuerda el público que baila tu sesión. Cuídalos bien. Y prepara una sorpresa para mitad/final del tiempo que pinches (un tema antiguo, una versión desconocida de un tema famoso, etcétera); será otro momento a recordar.
· Los temas más conocidos, al principio (no todos, claro). Asegurarás las mezclas y sabrás que van a funcionar. De este modo, te ganarás al público desde el primer momento. Después podrás arriesgar con temas menos conocidos.
· Si coincides con otros artistas a los que admiras, o sabes que hay alguien importante entre el público, olvídate de ellos, no trates de impresionarles. Ellos no te pagan el sueldo. Las ganancias y el reconocimiento te vendrán al saber divertir a todo el mundo por igual.
· Pásatelo bien, pero controla las sustancias nocivas. Presentarte ante el público en estado de embriaguez o “colocado” es una falta de respeto. Puedes creer que lo estás haciendo genial, pero tus capacidades disminuirán, las mezclas no serán buenas y la elección de temas irá acorde a tu estado de ánimo, y no al estado de la pista. Y eso es un error de proporciones bíblicas.
Después de la sesión
· Graba la sesión o apunta las canciones que has puesto. Viendo la reacción del público, podrás analizar en tu casa qué a funcionado y qué no. Podrás hacer cambios para el futuro y, además, tener una referencia para nuevas sesiones en ese local o en salas parecidas.
· Asume los errores que has cometido. Justificar las meteduras de pata no sirve más que para engañarse a uno mismo. La única manera de mejorar consiste en asumir y arreglar los fallos de cualquier índole (y esto vale para cualquier aspecto de la vida).
· Acepta las críticas. Unas serán coherentes, otras hirientes, pero acéptalas. Ya tendrás tiempo de analizarlas y valorar si son correctas o no.