[De los archivos secretos de Eme DJ]

Cuando pincho en determinados lugares donde tengo que poner un estilo de música en concreto, por ejemplo Rock clásico, me imagino que pincho para mi padre, que es una de las personas que más me han influenciado en ese estilo y por lo tanto mas me recuerda a él y eso me inspira muchísimo.
Mi asignatura pendiente es que mi padre venga a una sesión mía de ese estilo y se sienta orgulloso y vea quien soy.
Asi que me imagino que le cuento una historia a través de canciones y las hacemos nuestras. Tener una Banda Sonora esa noche y sentir la conexión entre los dos. Que se de cuenta de que estoy hablando para él y que se sienta especial. Y yo también.
Esa sensación de pinchar para alguien (aunque no esté) la tengo con muchas personas. Imagino que están entre el público escuchandome.

Mi sesión ideal sería en una terraza de forma cuadrada con la cabina en el centro, sería al atardecer. No habría demasiada gente pero conocería a todas las personas. El sonido sería bastante potente y sonaría nu disco, house, funk.
No habría alcohol ni otras sustancias por que la música sería lo único que habría para evadirse.
La gente NO saltaría. Bailaría.
Bailar es algo que se está perdiendo, antes se creaban sinergias mirando a la gente bailar en la pista, eso se contagia.
Mientras escribo esto son las 3 de la mañana y acaba de saltar en mi lista de reproducción «Too Insistent» el remix que hizo Trentemøller para The Do y automáticamente pienso en que la estoy pinchando en una sala a oscuras, al principio de la noche y entre el público está la persona que me descubrió esa canción (y me rompió el corazón).

Lo que pincho sale directamente de mi corazón.

Quizá por eso pienso que pinchar es una manera de seducir. O al menos una manera en la que no se me da horriblemente mal hacerlo.

Buenas noches.