La falacia de la meritocracia
Hace unos días leí esta reflexión en Plasma Radio y se me ocurrió escribir algo al respecto.
Nos han vendido la idea de que si trabajas lo suficiente, las puertas se abrirán para ti. Sin embargo, la experiencia me ha demostrado que esto no siempre es así. Aunque el talento es importante, la realidad es que no todos partimos del mismo punto de partida. Hay quienes, por el entorno en el que crecieron, ya tienen un pie dentro desde el principio. Si tu red de contactos incluye personas influyentes en la industria, promotores, o dueños de clubs, es mucho más probable que te lleguen oportunidades que otros ni siquiera podrían imaginar. En cambio, quienes no cuentan con ese capital social a menudo se enfrentan a un muro casi infranqueable.
Para quienes no conocen a «la persona adecuada», acceder a festivales o clubs se convierte en una misión casi imposible. Puede que tengas el talento, pero si no formas parte de los círculos correctos, es probable que pases desapercibido. Esto es especialmente frustrante para DJs que no tienen el privilegio de moverse en esos entornos. A veces no se trata de qué tan bien pinches, sino de a quién conoces y qué tan rápido puedes entrar en esos espacios exclusivos.
Además, hay una falta evidente de representación en lineups y eventos de gran envergadura. Las mujeres, personas LGBTQ+, y DJs de minorías étnicas suelen ser pasadas por alto, y esto no es simplemente una coincidencia. Cuando los espacios están dominados por hombres blancos heterosexuales, los promotores a menudo tienden a priorizar lo que les resulta familiar, manteniendo el status quo.
¿Qué podemos hacer al respecto? Creo firmemente en la importancia de crear plataformas que permitan a DJs emergentes conectar con promotores y otros actores clave de la industria. Necesitamos más espacios que prioricen la diversidad y que rompan con esa inercia de «más de lo mismo». El talento debe ser el único criterio, no quién te presentó a quién.
Iniciativas como programas de inclusión, festivales que promuevan lineups diversos y la visibilidad de artistas de backgrounds no tradicionales son solo algunas ideas para empezar. No es una solución sencilla, pero hablar de ello ya es un paso importante hacia el cambio.
Porque al final, ser DJ no se trata solo de poner música; se trata de compartir una visión, un mensaje, una forma de conectar con la gente. Y para que esa conexión sea auténtica, necesitamos que haya diversidad de voces y perspectivas en la cabina.