El arte de ser DJ (II)
Pinchar de oído te permitirá tener un entendimiento distinto sobre la música: sintiendola, vibrándola y domándola, teniendo el control absoluto sobre cada beat. Idealmente como DJ necesitas hacer ese proceso casi de forma automática, lo cual te permitirá disfrutar de tu mezcla y hacer que la gente de la pista de baile disfrute de tu set.
El arte de ser DJ (I)
Pinchar me ha enseñado mas sobre música que cualquier clase de flauta en el colegio, guitarra o batería a las que acudía de pequeña. Aprender sobre la estructura de las canciones, frases, bpm, compases, breaks, tonalidades y a sentirla y vibrarla… Todo lo que sé sobre música lo aprendí pinchando.
¿Eres un DJ de verdad o un DJ de mentira?
– Antes de nada! Este post lo ha escrito mi amigo Julián Almazán, que también es DJ. Son sus opiniones. Qué pensáis vosotros?
Si hay un debate que me parece absurdo y vacío es el eterno DJs “profesionales” vs. DJs “no profesionales”. Por varias razones:
-Todos los DJs han sido amateur alguna vez, al menos en sus comienzos. Deja que los Djs que están comenzando tropiecen y se equivoquen. Si son buenos, mejorarán y seguirán trabajando, de lo contrario se tendrán que buscar otra ocupación.
-Ser DJ no es ser médico, abogado o arquitecto. Es una profesión abierta a todo aquel que tenga el valor de ponerse frente al público y lanzarles su música. La capacidad para conectar con el público no es una ciencia.
-Un empresario que contrata a un DJ “estrella” que es, hijo de una tonadillera, por ejemplo, ¿Crees que te contrataría a ti si el hijo de la tonadillera sufriese una indisposición? Cada DJ tiene su audiencia y por lo tanto no debes encabronarte porque haya cierto tipo de público que prefiera ir a la discoteca a hacerse fotos con el DJ en lugar de bailar lo que pinche.
-Hay muchos DJs que se enfadan de verdad porque otras personas supuestamente menos preparadas y con menos técnica que ellos consigan bolos por todas partes. Deberías plantearte: ¿qué tienen ellos que no tenga yo para que les salga más curro?
-Pinchar con vinilo, con CDs, con controladora Hercules o con Traktor… Todo es válido, aunque parece que hay DJs que creen ciegamente que si no trabajas con su misma herramienta no eres un DJ de verdad. Está muy mal mirar por encima del hombro a tus compañeros y compañeras.
-Y lo que ya me parece intolerable es el desprecio que estos DJs “profesionales” sienten por los DJs de las bodas, sin lugar a dudas los PROFESIONALES que se enfrentan a un público más duro y tienen más callo a la hora de desarrollar una sesión. Pido un aplauso para ellos y ellas.
-En definitiva: La línea entre los DJs “Profesionales” y los “no profesionales” la marcan los empresarios y el público. Tu deber como DJ es esforzarte en mejorar día a día, encontrar tu estilo y tu público, y dejar en paz a los demás DJs, que también tienen derecho a la vida aunque pinchen Paquito el Chocolatero.
Julián Almazán, mitad del dúo de DJs Poptardas (www.poptardas.com)
Un capitulo INTEGRO de mi libro.
El siguiente texto está extraído del capítulo «Nadie me contrata. ¿Qué he hecho mal?» del libro «Mamá, quiero ser DJ«, escrito por mi con la colaboración de Juanje López y editado recientemente por Léeme Libros.
Hay algo que nunca debes olvidar: detrás de la fiesta, la alegría, las fotos en los camerinos y demás parafernalia hay mucho esfuerzo y sacrificio. El mundo de la música es muy duro y sólo unos pocos llegan a lo más alto. Otros se quedan a las puertas del éxito, aunque pueden vivir de la música. Y después se encuentra el resto de mortales apasionados por los instrumentos musicales y las mesas de mezclas que tienen suerte si pueden pagar un alquiler.
¿Cuánto debe cobrar un DJ por su trabajo? (actualizado 2017)
Existe un tema peliagudo dentro del sector de esto de poner música que, lejos de disiparse, está empezando a convertirse en eterno. Me refiero a: “Cobrar por Pinchar”. ¿Siempre? ¿Cuánto? ¿Es mucho o es poco?
En el caso de los DJs que no son «super-rock-stars-llena-estadios», los de «andar por casa», los que ves cada fin de semana en discotecas y locales con más o menos nombre, ¿dónde está el baremo? En este caso, y siempre recalcando que es mi opinión: PARA MI «el DJ auténtico y REAL es quien ama la música y tiene una muy buena colección de canciones en buena calidad, tiene mucha experiencia pinchando, sabe desarrollar una sesión, sabe leer al público, sabe manejar una mesa de mezclas o una controladora, sabe ecualizar y sabe mezclar dos canciones de oído». Ese DJ el que debe de cobrar mas que otros. Diciéndolo claro (y polémicamente): DJs dispuestos a cobrar cincuenta euros por pinchar con su flamante controladora hay muchos; DJs que sepan dónde va cada cable y te puedan leer la pista con un simple vistazo, sabiendo qué poner de entre sus miles de temas de ahora y siempre, hay muy pocos. Por eso, por norma, la gente piensa que el sueldo de los DJs es alto, porque creen que lo único que hacen es estar de fiesta, obviando el enorme trabajo que hay detrás de cada dos horas de sesión en directo. Y esto me lleva a dejar bien claro (atento, querido promotor sin escrúpulos), que un DJ NO cobra por PONER música; cobra porque ES música y SABE como ponerla, al igual que sabe manejar al público de cualquier local.
Otra cuestión polémica (y que en parte ha generado esa ola de jóvenes dispuestos a pinchar gratis por promocionarse) son las condiciones con las que algunos DJs de cierto renombre, aunque sea solo dentro de su estilo, se están encontrando cada vez con más asiduidad: me refiero al “da gracias de que te dejo pinchar” al tiempo que te sueltan un billete de veinte euros. Hubo un tiempo en el que decir: “voy a pinchar en el X Festival” era lo más, un reconocimiento al esfuerzo, un escaparate donde mostrar tus habilidades y capacidades, cobrar bien por ello y sentirte un rockstar aunque fuese por unas horas. Por desgracia, decir ahora: “voy a pinchar en el X Festival” sigue sonando bien hacia fuera, pero en el interior del DJ comienzan los sudores fríos, pues quizás se tenga que pagar el viaje y el hotel, seguro que cobra lo mismo que en un local de su ciudad y, como he dicho antes, “da gracias de que te dejo pinchar”. En estas ocasiones nos encontramos con el debate del “trabajo gratis”. ¿Dónde está el límite? ¿En qué momento pinchar gratis pasa de ser un favor del que te beneficias (por experiencia, por promoción, por imagen profesional) a ser un estigma en el mundo musical? Pues os lo digo yo: en el momento en el que los empresarios aprovechan la coyuntura para tener en “nómina” a grandes DJs (y no de nombre, si no, auténticas enciclopedias musicales que aman la música) por apenas un plato de comida. Por eso, siempre es importante tener bien claro unos conceptos (y que se aplican a cualquier campo laboral):
- La imagen profesional es importante, pero tampoco puedes generarla a base de sacrificar tu tiempo, tu esfuerzo y tu inversión. Podrás estar pinchando en grandes locales, pero al final tu imagen se resentirá; las condiciones laborales nunca son secreto por mucho tiempo.
- Quieres ejercer una profesión en concreto a la que le has dedicado muchas horas. Respétala, a ella y a tus compañeros. Trabajar gratis como norma no es la manera de hacerlo.
- Lo más importante: podrás trabajar gratis, pero tu trabajo generará beneficios. No acostumbres a los empresarios a que pueden explotarte con una sonrisa mientras ellos, alegando casi siempre a lo mal que va el negocio, hinchan sus carteras con tu esfuerzo.
¿Resumimos? Para mí, un DJ de los de «andar por casa» sin un «caché» aplicable a su experiencia, carrera, popularidad (etc) debe cobrar siempre contando con un mínimo. ¿Cómo se mide ese mínimo? Teniendo claro que es el DJ el que busca, escucha, selecciona, compra y se aprende la música. Es el DJ el que lleva la responsabilidad de la sala, como si de un entrenador de fútbol se tratase. Es el DJ el que ha invertido horas y horas de su vida en aprender lo que significa el gesto del público, el que sabe cómo debe reaccionar, el que si se corta la música puede tenerla sonando en pocos segundos.
ACTUALIZACIÓN MARZO 2017:
Según la publicación del BOE del Jueves 23 de Febrero del 2017 existe un acta de un convenio de la Comisión Negociadora del Convenio Colectivo Estatal del Personal de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas con las tablas de los sueldos actualizadas, con un incremento del 2% respecto al año anterior.
Esta captura representa el sueldo mínimo de un DJ en un bolo, repito MINIMO: son 114,16 euros por día de trabajo. Luego ya está el caché de cada uno.
Y estos son los sueldos en los que suelen estar la mayoría de los DJs profesionales:
En mi libro «Mamá quiero ser DJ» hay mucho mas sobre este y mas temas del mundo DJ, por si te interesa saber mas ¿No estás de acuerdo? ¿Quieres mostrar otro punto de vista? ¿Debatir? Pues ya sabes, en los comentarios o en mi Facebook podrás encontrar rincones donde expresarte libremente y con respeto. ¡Hasta dentro de muy poco con más opiniones!
El camino del artista (de la pista): motivaciones de DJ y bloqueos creativos.
Imagina que me encargan pinchar en un evento que no me motiva lo suficiente por que la gente no va a estar atenta a la música, o que me encargan un proyecto para remezclar a un artista que no me dice demasiado, pero en ambos casos es algo que me dará visibilidad, promo y dinero fácil.
Cuando pasa este tipo de cosas hay dos opciones. Lamentarme continuamente por tener que hacer este trabajo, o buscar motivación extra para que el resultado final sea mejor.
La motivación es tener un objetivo claro y hacer todo lo posible por conseguirlo. Asi que lo mejor es ponerse metas de mejora en relación al trabajo:
- Marcarse objetivos de mejora personal: Trabajar sobre mis puntos débiles en cuanto a producción con sonidos nuevos, aprovechar para entrenar el oído mientras pincho, probar y arriesgar con mezclas que nunca antes había hecho o incluso pinchar canciones que no me había atrevido a pinchar.
- Marcarse objetivos de mejora de nuestra metodología de trabajo: Llevarme cacharros midi para ver como funcionan en mi dj set, llevar a alguien que me haga visuales, grabar un video de promo en el evento, trabajar con un productor que me guste mucho para desarrollar mi remezcla…
Normalmente, cuando tengo que hacer un remix para un artista que no estoy familiarizada con su música o su público busco motivación extra. Pienso que se puede tratar de acercar mi música y mi estilo a ese artista, así que intento llevarles a mi terreno, pero sin descuidar al artista original. Por ejemplo: Hace unos cuantos años remezclé junto a mi socio Fiumichino a la cantante Vega -y con esto no quiere decir que su música no me diga nada simplemente que es un estilo completamente alejado de lo que yo suelo hacer-, lo cual por un parte fué un reto (la otra parte es que somos muy colegas, claro) así que traté de meterme a su público en mi bolsillo haciendo una remezcla bailable, amable y fiel a su estilo, pero en mi terreno.
En definitiva, que cuando algo no nos motiva, lo mejor es buscar algo positivo en todo esto.
A veces, experimento eso que se llama un bloqueo creativo. Cuando no encuentro motivación extra, estoy cansada, estresada o pasando unos momentos duros me suele dar por pensar demasiado y no encontrar la forma de sacar mi proyecto adelante. Hace unos años mi amiga Cora Novoa me recomendó para estos momentos el libro «El camino del artista» un libro que me resultó muy útil para poder «vivir el ahora».
Para vivir una vida creativa, debemos aprender a perder el miedo a equivocarnos. En vez de trabajar o vivir en el ahora, nuestra mente se entrega en pensamientos de los “podría ser”, “habría sido”, “debería haber sido”. Julia Cameron (la autora) en su libro nos ayuda a recuperar la creatividad superando distintos bloqueos: limitaciones, auto-sabotaje, celos, adicciones y otras fuerzas inhibitorias que impiden el crecimiento personal. La envidia y las críticas negativas no deben tener lugar entre los verdaderos artistas, como tampoco el malhumor, la hostilidad o la competencia. Estas actitudes pueden ser comunes en el mundo, pero no deben pertenecer al ámbito de los artistas.
Personalmente, creo que un bloqueo creativo puede tener diferentes causas y cada persona es un mundo, pero las más habituales pueden ser las siguientes:
- Estrés o problemas personales. Es muy difícil ser creativo bajo estas circunstancias. Si, por lo que sea, estamos atravesando una etapa complicada a nivel personal o con mucho estrés por el trabajo, es probable que sintamos que nuestra creatividad no fluya. Son rachas, tomatelo con calma. Busca motivación en otro sitio, ya saldrá.
- Inseguridades y miedos. Otro motivo bastante frecuente para el bloqueo creativo es que empecemos a sentir dudas sobre nuestro trabajo y lo que hacemos, y sobre todo sentirse juzgado por otras personas, miedo a las críticas, al qué dirán. Este fue uno de mis problemas en el pasado, así que lo conozco bien, y sé que es difícil porque la única solución para vencer al miedo está dentro de nosotros mismos.
- Autoexigencia extrema. Nada de lo que hacemos nos parece lo suficientemente bueno. Tienes que disfrutar de lo que haces, reconoce tus puntos fuertes y mejora los débiles, pero no te obsesiones con ellos.
- Cansancio: si, por el motivo que sea, no descansas bien y tu cuerpo no está como tiene que estar, tu cerebro tampoco podrá ser tan productivo como tú le pides que sea. Dormir las horas necesarias y unos hábitos de vida saludables son la mejor receta para una vida creativa. Así de simple, y así de complicado.
En fin, mucha gente me ha escrito preguntándome que hago cuando tengo algún bajón, bloqueo o estoy desmotivada, asi que por eso decidí escribir este post. Espero que ayude si alguien está pasando por lo mismo. Para todo lo demás, están los comentarios del blog y facebook… asi que cuentame: ¿tú como superaste tus bloqueos creativos?
Nos bailamos!
EL BOTÓN DEL ESTRELLATO
Me gustaría recalcar algo importante, algo que ya he tratado en “Mamá, Quiero Ser DJ” y que otros compañeros de profesión (y amigos) tratan una y otra vez en medios especializados, como el último artículo de Teo Tormo en Hispasonic. Básicamente, y resumiendo, quiero recalcar algo que siempre ha generado debate: la tecnología del DJ, ¿proporciona herramientas para el profesional o satura el mercado de aspirantes cegados por la fama desmedida de unos pocos y la “sencillez” del arte de pinchar?